La Colonia de Los Ángeles
- Manuel Artero
- 2 dic 2015
- 3 Min. de lectura

Colonia de los Ángeles
Inicialmente se llamó barrio del Inglés, ya que Guillermo Hall, comerciante de esparto, construyó aquí entre los años 1873 1877, almacenes y cuarenta y dos casas para obreros.
El barrio de la Ángeles estaba recogido como "Ciudad Jardín", pero como explico más adelante, este proyecto incial se echó por tierra y en su lugar se construyeron pilas de edificios, de construcción básico, con calles estrechas, pasillos exteriores de entrada a las viviendas, calles sin apenas luz, y edificios tras edificios.
Si bien el barrio por el tipo de construcción nada tiene que ver con la vivienda tradicional Almeriense, a pesar de todo esto, es un barrio entrañable de Almería, y no por sus viviendas, si no por su gente.
Es una pequeña ciudad dentro de otra, ya que con el tiempo se construyó alrededor de las viviendas servicios que faltaban, el mercado, colegios, institutos, etc.
Pasear por sus calles tiene su encanto, porque hay mucha vida. La gran cantidad de viviendas en edificios masificados en tan poco espacio, hace que el número de personas que transitan por el barrio sea mayor que en otras zonas de la ciudad.
La cercanía con la rambla, la cruz de Caravaca, los institutos, las cuevas de la molineta etc, hacían de este barrio lugar de paso y reunión para todos los que se aventuraban a "pasar" las cuevas y pasadizos, la balsa de los cien escalones, la cueva de la higuera, de los murciélagos, la cueva de Conan, etc.
¿Porqué este tipo de construcción invadió Almería en los años 60? (Colonia de Los Ángeles, 500 Viviendas, Barrio de los Pintores, alrededores de la Plaza de Toros..)
El desarrollo de la vivienda entre 1959 y 1973 ha sido la etapa que más ha dañado a Almería en lo que a patrimonio e identidad se refiere.
El año 1962 se aprobó una modificación de las Ordenanzas Municipales que modificaban las de 1950. Ese cambio permitía construir a más altura, permitiendo 1,5 veces más de altura que la anchura de la calle, pero el máximo quedaba a discrección del Ayuntamiento. En 1963 elevó la altura permitida a 3 veces el ancho de la calle.
Esto realmente era necesario, ya que el crecimiento de Almería y su expansión horizontal no era suficiente para la población.
Si embargo esta normativa no se cumplió y se permitió construir a unas alturas tan elevadas que la ciudad empezó a convertirse en un lugar oscuro, lleno de sombras proyectadas por los grandes edificios y en el que la brisa y la luz que antes recorría las calles, ahora se veía interrumpida por las grandes fachadas de los edifcios.
No se hacían espacios de recreo, las construcciones eran monótonas, tristes. Pequeños rascacielos junto a casas tradicionales, edificios que eran parte del legado patrimonial almeriense derribados para construir grandes moles, y lo que hoy por desgracia todos vemos.
La especulación era constante y se construía velozmente, sin calidad, con apenas servicios.
Por supuesto todo esto como siempre con la ayuda de la política municipal, que se veía "recompensada" por recalificar, permitir, hacer la vista gorda, o como queramos llamarlo.
Por desgracia en este sentido, poco han cambiado las cosas.
Os aconsejo a los que no lo conozcáis bien, que paséis una mañana por el barrio y entréis a su mercado central, lleno de vida y tradición.
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