El Barrio Alto
- Manuel Artero
- 2 dic 2015
- 2 Min. de lectura

Barrio Alto.
Aún guarda el encanto de "barrio" y está lleno de las casas típicas de Almería, pero se encuentra en un estado de abandono absouto por parte del ayuntamiento, y aunque gracias a la paciencia de sus vecinos y sus contínuas reinvindicaciones se han realizado algunas mejoras, no son suficientes.
Al igual que en otros barrios de la ciudad, las cosas se van haciendo solamente cuando es época electoral y hace falta el voto, y lo que se hace son "parches" con el único fin de salir en la foto.
Formado en el siglo XVIII en un paraje en el que sólo había algunos cortijos.
Dice una copla:
"El Barrio Alto es cristiano La Almedina, musulmana y cuando los dos se encuentran se sacuden la badana"
El camino real que iba desde la rambla hasta el Molino de la Torre se fué cubriendo de casas a su alrededor que fieron forma a este barrio.
Con el tiempo fué cubriendo la zona desde la Rambla de Amatisteros hasta la Carretera de Ronda, y por el sur hasta San Juán bosco.
Su vía principal es la Calle Real del Barrio Alto. En esta calle se encontraba el Cine Monumental, en el que podías ver 2 películas al precio de una, de butacas de madera, gallinero, y un "ambigú", en el que comprabas regáliz rojo y negro, kikos y algunas chucherías en el descanso entre las dos películas. Ahora solo queda el solar vacío.
En esta calle también se encontraba la pastelería de Paco Iglesias, célebre por sus "medias lunas"
Sus calles estrechas y llenas de casas de planta baja respiran silencio y calma, muchas de ellas abandonadas, en venta, o simplemente cerradas.
En sus puertas entre abiertas asoman timidamente las siluetas de sus ancianos propietarios, sentados en sus antiguas butacas en la oscuridad.
De todos los barrios de Almería que he fotografiado, es el único en el que un hombre salió de su casa para preguntarme porqué y para que hacía fotos, quizás poco acostumbrados a que el barrio sea visitado y fotografiado por los propios almerienses, y mucho menos por los visitantes. Esto demuestra el abandono que sufre por parte de quien debe cuidarlo, conservarlo y promocionarlo.
Un colectivo vecinal se encarga de reivindicar desde hace años al ayuntamiento la remodelización del barrio, su limpieza, su mantenimiento, y aunque han conseguido algo, sigue siendo poco para un barrio que merece tener la importancia que por ubicación e historia le pertenece, pero sobre todo por su gente.
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